Un pequeño parón

 

 

Cuando tienes la necesidad de irte y dejar todo durante un tiempo.

Te sientes saturado y ya no sabes de dónde viene el problema. Ya no es una única cosa concreta, sino que es todo. Te molestas, te enfadas, te irritas con facilidad y piensas lo estúpida que es la gente por no comprenderte, cuando en realidad no tienen ni idea de lo que te pasa. Huir es una forma cobarde de afrontar las cosas. Pero seamos sinceros, todos queremos olvidarnos de todo durante un instante. Parece una visión egoísta al compararla con aquellos que tienen verdaderos problemas, pero como humanos que somos tendemos a magnificar las cosas y convertir algo pequeño en todo un mundo. No es que seas masoca, vale en ocasiones sí pero este no es el caso, sino que hay veces que los planetas deciden alinearse y su voluntad es que te salga al revés. No consigues hacer nada a derechas pese a que intentas ponerle una sonrisa acompañado de un “no pasa nada”. Esos pequeños momentos, son los que al final se convierten en algo grande. Es el momento perfecto para hacer un pequeño parón y encontrar algo que nos permita evadirnos de la realidad durante unos minutos. Permitirnos esa pequeña pausa cada cierto tiempo para expulsar el aire contenido e inspirar de nuevo. Somos dados a fingir que todo nos va bien y que no somos humanos, mientras que ponemos una sonrisa por fuera y por dentro estamos rotos. Actualmente parece mal expresar esta clase de sentimientos porque lo tienes “todo”. ¿Qué es todo? Quizás lo que para una persona signifique eso para ti no es ni la cuarta parte de lo que te gustaría hacer con tu vida. No tenemos que ser muy negativos y pensar que todo nos va mal. Pero tampoco deberíamos ser conformistas. Y esto es algo, que por desgracia, actualmente es muy común porque nos acomodamos en el lugar que nos sentimos cómodos y le pedimos a la vida que todo vaya bien en vez de hacerlo nosotros mismos.

 

 

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